30 de octubre de 2010

Journée des icônes: Buenos Aires





Estoy indignada conmigo misma, a raíz del deceso de nuestro ex presidente (tema puntual que no compete a este blog) y el velatorio en la casa rosada y las calles cortadas y gente llorando en la plaza y los desvíos y las caminatas para llegar al subte y las eternas esperas en los embotellamientos y personas queriendo atravesar vallas para escapar de la multitud o para quedarse y muchos mas “y”, estuve pensando que hay bastantes lugares típicos de Buenos Aires que no conozco, o que fui cuando era muy chiquita y no recuerdo ni siquiera que por ahí pasé.  Un amigo  extranjero viene de visita a Buenos Aires y pidió a sus conocidos viajeros que le recomendaran lugares para visitar, me llevé una terrible sorpresa al ver que ellos conocían más de la ciudad que yo. Algunos me interesan más y otros menos, la lista que presento a continuación está por orden de prioridades y de “no podés no conocer…”:

-          Caminito, La Boca
-          Teatro Colón
-          Rosedal
-          Malba
-          Museo de Evita y su café
-          Appettite Gallery, San Telmo
-          Fundación proa, La Boca
-          Cementerio de Recoleta
-          Casa Rosada
-          El Congreso
-          El Cabildo
-          La Catedral
-          Museo de Artes Decorativas
-          Mercado de las Pulgas, Palermo
-          Museo de Bellas Artes
-          El viejo almacén, show de tango
-          Casa Felix, un chef que cocina en su casa
-          Olsen, para comer y tomar algo

Seguramente hay muchos más que irán presentándose en mi camino, por lo pronto espero conocer estos…

29 de octubre de 2010

Hoy estuvo el Sol

Cuando crees que todo se derrumbó, noooooo, olvidate, puede estar mucho peor un día de lluvia! Porque no nos olvidemos que hoy a la mañana: había sol señores! y nadie trajo paraguas, entonces los pocos que hay en la oficina se disputan como si fuesen medialunas un lunes a la mañana. Salís esquivando charcos, tratando de encontrar un techo o aunque más no sea un alero que pueda repararte un poco y te encontrás con gente de todo tipo, está el que viene como vos, el que además corre arriesgándose a ser el hazme reír de toda la cuadra, está el que tiene paraguas y ocupa toda la parte de la vereda que tiene techo (porque claro, ese tiene el famoso paraguas sombrilla), están todos los bailarines de ballet saltanto charcos en las esquinas y no nos olvidemos de los autos, que nos recuerdan cuan sucias están las calles, porque el agua que salpican ES NEGRA. Para todo esto, tenemos al chofer del colectivo que siendo lo mas gentil posible te acerca el mamotreto a un metro de la vereda, justo el tamaño que tiene el charco, entonces vos pensás: "o cree que mis piernas son iguales a las de Dolo Barreiro o no, definitivamente se quiere reír de mi" y así es, no te queda otra que pisar con la puntita del pie el charco para darte envión, mentira! terminas metiendo hasta el tobillo, y ni quiero pensar si justo tenias los zapatos que te regalaron tus amigas para tu cumpleaños, que buscaste por toooodo el centro porque eran unos especiales de...GAMUZA! Bueno ahora son unas lindas pantuflas…
Cuando llego a mi casa y me dispongo a sacarme la ropa eteeeernamente mojada (porque mis remeras se hacen muy largas cuando se mojan) veo por la ventana que nuevamente nos acompaña nuestro amigo el sol, ok, me seco, pongo música y canto.

27 de octubre de 2010

Post Primero

Quién dijo que todo está perdido? Yo NO vengo a ofrecer mi corazón, sólo vengo a contarles un cuento: Existe una casi mujer que lucha constantemente con crecer, entre el ser y el deber ser se debate.  Por orden de aparición: es hija (nieta, sobrina, prima, bla bla bla), es hermana, es amiga y es novia. Sumado a todo esto ahora también quiere SER ELLA y como nunca es tarde para eso, sale a buscar. Como primera instancia decide que nada es para siempre, bastante importante si tenemos en cuenta que para crecer uno gana cosas y también pierde.  Otro ítem es el tiempo, entender que para todo se necesita tiempo y que no es el mismo que pasa por las agujas del reloj, es uno que va muuucho más despacio.  Entender que todos pasan por lo mismo y que en algún punto todos piensan igual, por ejemplo ir en plena víspera de censo al supermercado con eternas colas en cada caja, inevitables, ya que la heladera no tiene más que una botella de agua, una mayonesa y medio tomate. Encontrar espacios de desconexión y contención. Sin perder de vista el camino que concreta sus deseos, parar a descansar y ver la gente pasar. Ahora está sentada, mirando por la ventana mientras canta “Está lloviendo estrellas“ de Cristian castro.